FELIZ EQUINOCCIO

Se denomina equinoccio (euqus: igual y nox: noche "noche igual") al momento del año en que los días tienen una duración igual a la de las noches en todos los lugares de la Tierra. Este fenómeno astronómico sucede en dos oportunidades en el año, en marzo y en septiembre y corresponde al momento en que los dos polos de la Tierra se encuentran a igual distancia del Sol, oportunidad en que la luz solar es igual en ambos Hemisferios y las horas de luz son iguales a las horas de oscuridad. En el Hemisferio Sur, se pasa del invierno a la primavera, mientras que en el Hemisferio Norte, se pasa del verano al otoño.

Nuestros ancestros construyeron observatorios para marcar el progreso del Sol. Un ejemplo está en Machu Picchu, Perú, donde la estructura de piedra llamada el Intihuatana indica precisamente la fecha de los dos equinoccios y de otros eventos celestiales. La palabra Intihuatan significa “donde se ata el Sol". 

El eje de rotación terrestre se mantiene apuntando durante todo el año hacia una región concreta de la esfera celeste, caracterizada por la cercanía de la estrella Polar. Las estaciones tienen lugar porque el eje de la Tierra está inclinada 23º 27' con respecto al plano de su órbita. Las estaciones varían de un extremo al otro del mundo. En las áreas más templadas de los hemisferios norte y sur se reconocen cuatro estaciones (primavera, verano, otoño e invierno). 

En los Polos Norte y Sur hay sólo dos estaciones (invierno y verano) mientras que en los países ecuatoriales y tropicales las estaciones se dividen en aquellos periodos en los cuales hay sequías o lluvia. 



El equinoccio es aquél instante en que, por hallarse el Sol sobre el Ecuador, los días y las noches son iguales en toda la Tierra; esto ocurre anualmente el 21 de marzo y el 22-23 de septiembre. La Tierra, en su movimiento anual alrededor del Sol, provoca distintos tipos de iluminación. Los dos extremos contrarios de iluminación terrestre son los solsticios de verano e invierno, siendo los equinoccios de primavera y otoño idénticos en cuanto a iluminación terrestre. 

Solsticios y equinoccios totalizan los cuatro instantes en que anualmente se produce un cambio de estación.  Por los movimientos de rotación y traslación terrestre. Durante los seis meses de Septiembre a Marzo la luz del Sol no caerá ya sobre el Polo Norte, siendo el Sur el que disfrutará de un prolongado día con unos seis meses de iluminación o soleamiento.

Los Mayas, con gran atención, observaron los posibles fenómenos de luz y sombra generados durante cada día del año. Construyeron así en Chichen Itza la pirámide de Kukulcán. Al atardecer de los equinoccios de primavera y otoño, se observa en la escalinata NNE de la pirámide de Kukulcán una proyección solar serpentina, consistente en siete triángulos isósceles de luz invertidos, como resultado de la sombra que proyectan las nueve plataformas de ese edificio durante el atardecer. El fenómeno se ve en todo su esplendor y la imagen de la serpiente de triángulos de luz y sombra es proyectada sobre su estructura; conforme avanza el tiempo parece descender del templo una serpiente y el último reducto de luz se proyecta en la cabeza de la serpiente emplumada que se encuentra en la base de la escalinata. 

Este fenómeno ocurre en marzo y septiembre, y puede observarse aproximadamente durante un período de cinco días en las fechas más próximas a los equinoccios, la duración del efecto comienza aproximadamente 3 horas antes del ocaso, al principio de estas horas se puede ver en la balaustrada una forma de luz ondulada que poco a poco se va cerrando para formar 7 triángulos isósceles, los cuales solo pueden verse durante 10 minutos, después comienzan a desaparecer paulatinamente. Los mayas realizaban una serie de preparaciones durante cuatro días y el quinto era motivo de gran celebración. 

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 Chichen Itza  AQUÍ

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