¿QUÉ SOÑAMOS CUANDO SOÑAMOS?

Llamamos sueños a esa serie de imágenes o escenas asociadas a distintas sensaciones y sentimientos que recordamos al despertar, pero ¿exactamente qué son? Nadie lo sabe con certeza. Sin embargo hay muchísimas hipótesis y versiones probables. 

Un sueño es una manifestación de imágenes -y a veces sonidos- que muestran interrelaciones comunes y no comunes. Es un espejo que refleja algún aspecto de la vida o el inconsciente, un escenario para ensayar posibilidades de expresión externas, una ventana para el auto conocimiento. 


Los sueños son también manifestaciones mentales de pensamientos o sensaciones mientras “dorminos” y que de alguna manera están relacionadas con la realidad. Para la psicología, los sueños son estímulos esencialmente anímicos que representan manifestaciones de fuerzas psíquicas que durante la vigilia se hallan impedidas de desplegarse libremente. 

Soñar es un proceso mental involuntario en el que se produce una reelaboración de la información almacenada en la memoria, generalmente relacionada con experiencias vividas por el soñante el día anterior. 

Los recuerdos que se mantienen al despertar pueden ser simples (una imagen, un sonido, una idea, etcétera) o muy elaborados. Los sueños más elaborados contienen escenas, personajes, escenarios y objetos. Se ha comprobado que puede haber sueños en cualquiera de las fases del dormir humano. Sin embargo, se recuerdan más sueños y ellos son más elaborados en la llamada fase REM (Movimiento Ocular Rápido [MOR], por sus siglas en inglés Rapid Eye Movement) que tiene lugar en el último tramo del ciclo del sueño. La disciplina encargada del estudio científico de los sueños se conoce como Onirología. 

Un reconocido investigador llamado Carl Jung decía que  los sueños eran un órgano de información y de control. Los símbolos oníricos son, según este autor, transmisores de mensajes instintivos a las partes racionales de la mente del ser humano, y resulta necesario interpretarlos para comprender el lenguaje de los instintos. Tras estudiar miles de sueños, llegó a la conclusión de que éstos son relativos a la vida del observador y que son información y comunicación de ideas expresadas dentro de los “límites” de un medio. Este organiza sus imágenes oníricas en un centro llamado sí mismo, el cual tiene la función de ordenar y legislar toda la vida psíquica, ora consciente ora inconsciente, a través de numerosos sueños que tienen lugar en la vida de la persona, siendo único y relativo al soñador.

Y los animales… 

Algunos animales también pasan por la fase MOR del sueño, pero su experiencia subjetiva es difícil de determinar. Parece que los mamíferos son los animales con mayor probabilidad de soñar debido a su ciclo del sueño similar al humano. Quien se lleva las estadísticas en términos de sueño es el gato, quien pasa un 70% de su vida durmiendo y a medida que envejece, su etapa de vigilia disminuye ostensiblemente. Los caballos, los patos y las ovejas pueden dormir de pie o echados. Sin embargo, no pueden experimentar Sueño MOR mientras están de la primera forma. Las ballenas y delfines son diferentes a los humanos: siempre tienen que estar conscientes, ya que necesitan salir a la superficie a respirar, solo una parte de su cerebro duerme cada vez. 

Los sueños son viajes, y podemos experimentar día a día con ellos. Algunas personas ejercitan, juegan, comparten y conocen, por medio de este auténtico portal que se nos ofrece libre e infinito...



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