La
hora es una medición del tiempo en números creada por nuestra civilización. 24
horas tiene un día, 168 horas una semana,
720 horas un mes y 8.760 horas un año. En este mismo instante hay diferentes
horas según el lugar en el que nos encontremos debido a la esfericidad del
planeta, nuestro giro frente al sol, y el recorrido de su salida y entrada por
el horizonte. Esto, se estableció hace miles de años por antiguas culturas que
acordaron definir el tiempo en ciclos.
A
esta hora en el mundo, son todas las horas!. Ya sabemos que la Tierra cada 24
horas da una vuelta sobre sí misma. Una hora equivale a 15º de la
circunferencia (un veinticuatroavo del total), al que se denomina Huso Horario,
por el cual se guía la hora de ese espacio definido. Aquí pueden ser las 10:00
y en España las 5:00. En Brasil pueden ser las 8:00 y en China las 22:00.
En
todo meridiano terrestre el paso del Sol se produce al mediodía. Una hora
después pasará por otro meridiano situado a 15º al oeste del primero y así
sucesivamente hasta medianoche. Se emplea la división mediante el número doce al
ser este número el que posee más divisores tras el número diez. Esta
característica facilitaba la manipulación matemática del tiempo, y el cómputo
de posiciones estelares.
Es
posible que la economía de las sociedades humanas en su evolución de la
recolección, la caza y la pesca, a la agricultura y la ganadería, necesitaron de
planificación y medida del tiempo, basada en fenómenos de la naturaleza como la
sucesión de días y noches, la evolución de las estaciones del año, las
cosechas, nacimientos, florecimientos, o la migración de las aves.
En
la sombra de un árbol en el suelo se puede observar como el movimiento diurno
del sol repite el recorrido de la sombra de un día tras otro. Esas sombras en
los meses de fríos son largas, y en los meses calurosos más cortas,
estableciendo así ciclos diurnos y anuales. Así también las estrellas en su
movimiento muestran también otros períodos.
En
la historia de la humanidad diversos instrumentos se utilizaron para medir el
tiempo antes de los medios automáticos y mecánico que conocemos hoy en día, tales
como Relojes de Sol, Merjets o Clepsidras. La observación de estos ciclos y períodos
dio ventajas económicas a las culturas que lo establecían como método de organización.
Babilonios y luego Egipcios fueron los primeros en dividir los días en partes
iguales de doce horas con luz solar, y
doce horas nocturnas, considerando el tiempo transcurrido desde la puesta del
Sol hasta su salida. Si bien algunas culturas contabilizan diferentes años,
meses y calendarios según sus creencias, las horas, los minutos y segundos se
contabilizan de igual manera por casi todas las culturas del mundo.
El
Reloj de Sol, uno de los primeros instrumentos para medir el tiempo de un día,
dividía el día en 10 partes con una barra elevada en una posición específica
que proyectaba una sombra sobre las marcas orientadas al este durante la
mañana, y al oeste al mediodía, midiendo como el sol se ponía en la dirección
opuesta. Los obeliscos fueron los diseños más grandes y públicos de los relojes
de sol.
El
Merjet (instrumento del saber), era un reloj estelar utilizado para medir las
horas nocturnas, siguiendo la alineación de las estrellas. Era una barra
horizontal, tallada en madera o hueso, con una peso colgando con desde un
orificio transversal colocado en el extremo y utilizado normalmente en unión con
una herramienta llamada bay, hecha con una hoja de palmera cortada en forma de
V, que podían utilizarse también para localizar el norte.
Las
Clepsidras o relojes de agua, tenían forma de cuenco, con un pequeño agujero en
la parte inferior: la vasija flotaba sobre el agua y se llenaba. En su interior
había inscripciones que medían el paso de cada doce horas, e incluso los
intervalos, cuando el nivel del agua los alcanzaba. Estos relojes eran útiles
para los sacerdotes, ya que podían medir el tiempo con precisión en todas las
estaciones e incluso durante la noche, lo que era muy importante para
determinar en qué momento debían llevar a cabo ceremonias y ritos religiosos.
Desde
nuestro año 1 (DdC) hasta el año 2013 han pasado cerca de 17.700.000 horas.
Desde el año 2000 hasta el 2013 son cerca de 114.000. En ellas se escribe
segundo a segundo, minuto a minuto, hora tras hora y giro tras giro, lo que somos
día a día. Increíble!