Bailar
es moverse, el arte del movimiento del cuerpo, una forma de expresión y
comunicación donde el bailarín o bailarina expresa sentimientos, mensajes o
emociones a través de secuencias o
gestos que pueden realizarse individual o colectivamente, interpretado generalmente con música y la
interacción con el espacio, energías, sentido rítmico, o significados.
La
danza también desempeña un papel comunicativo para otros seres vivos, como las abejas, las que tienen un sistema de danzas
especializadas que indican entre otras cosas los puntos cardinales, lugares
específicos y fuentes de polen; algunas particulares especies de aves como el
Fusil Magnifica, baila para atraer a la hembra con impresionantes movimientos y
colores de su cuerpo que conquistan a su amada; o especies de mariposas que con
multicolores danzas polinizan flores, atraen a sus parejas y orientan a otros
seres vivos. Algunas culturas antiguas contaban que el viento existía para
hacer bailar a los árboles, y las ranas cantaban para mover el río.
Desde
la prehistoria el ser humano ha tenido la necesidad de comunicarse
corporalmente. Estos primeros movimientos rítmicos sirvieron también para hacer
rituales a la vida, la tierra, el sol, la siembra, los nacimientos, cambios de
ciclos, agradecimientos o peticiones para los dioses, donde la respiración, los
latidos del corazón, las manos, y otros medios, permitieron transmitir por
siglos, creencias, culturas y expresiones llenas de significados.
Bailar
es una forma de expresión genuina y libre que podemos practicar y compartir
individual o colectivamente, por diversos medios y fines. Bailar es jugar,
imitar, crear, conectar y compartir. En el movimiento habita un impulso casi
incontenible de dibujar en el espacio un sentimiento verdadero, que ponemos en
común con otros para darle más energía aún a esas fuente de creación.
Se
conoce como coreografía a una estructura de movimientos predeterminados que
obedecen a un diseño establecido, donde quienes
bailan lo hacen generalmente con un fin artístico para un grupo de terceros que
lo aprecia y participa de la puesta en escena. Este arte de crear danzas puede bailarse con
un número variado de bailarines, que va desde solitario, en pareja o grupos,
pero el número por lo general dependerá de la danza que se va a ejecutar y también
de su objetivo.
Se
cuenta que las primeras danzas provienen de las formas que tenían para moverse los
grupos cazadores recolectores de los primeros homo sapiens. Muchas formas
tempranas de la música y la danza se han creado y realizado en conjunto a
través del tiempo con las formas de danza/música, tales como: vals, tango,
disco, salsa, electrónica y hip-hop. Algunos géneros musicales tienen una forma
de danza en paralelo, como la música barroca y danza barroca, mientras que
otros, como la música clásica y ballet clásico, se han desarrollado por
separado.
Existen
muchos tipos de danzas en el mundo, las que se han mantenido en el tiempo por
siglos, así como también expresiones que se han creado, modificado o fusionado
entre culturas, territorios, grupos o civilizaciones, contando de esta manera
con una casi infinito numero de estilos y manifestaciones, las que son
interpretadas por personas de todas las edades, intereses y creencias.
Una
interesante expresión son las danzas Derviches, surgida de la disciplina
espiritual llamada Sufismo surgida en Persia y realizada principalmente en lo
que ahora conocemos como Turquía y Pakistan. Su propósito es
inspirar una unión entre los seres humanos y Dios, mediante la elevación del
alma a unos estadios más elevados de conciencia. Proponen un camino de búsqueda de la experiencia de
Dios para alcanzar la unidad a través del amor. Cada movimiento, cada gesto simboliza alguna cosa.
Los giros se practican según determinadas reglas, en lugares y momentos
precisos. La mano derecha se coloca extendida hacia lo alto con la palma
mirando hacia el infinito, la mano izquierda se dirige hacia la tierra. De esta
manera el bailarín se convierte en un mediador entre el cielo y la tierra, lo
infinito y lo finito, la persona se vacía para ser un canal de lo divino. En
este rodar rítmico se busca entrar en unión con el Todo olvidándose de uno
mismo. Al girar simbolizan las órbitas de los astros, repitiendo así,
“viviendo” los movimientos de los “habitantes” del cielo.
El movimiento es la esencia de la vida, es su
constante. Desde los átomos a los planetas pasando por la propia vida humana y
sus circunstancias. Y ese movimiento suele ser circular no sólo por la
tendencia a completar ciclos sino por su tendencia a lo entero. Por eso si se
quiere participar de la energía universal uno de los métodos es girando. Este
método se sustenta en cuatro elementos fundamentales: la música, la poesía
(suele ser de Rumi), la danza y la conciencia. Esta danza giratoria, también se llama Sema y está compuesta por siete partes que representan el viaje místico de un
individuo hacia Dios. La ceremonia intenta reflejar la naturaleza giratoria
de todo lo que se encuentra en la naturaleza, desde las galaxias, al
pensamiento y finalmente a los átomos. Mediante la práctica de esta danza el
sufí llega al conocimiento de la Verdad, lucha y vence a su ego y a la muerte y
alcanza la perfección. Cuando regresa de su viaje espiritual, lo hace como
alguien transformado que aspira a servir con luz, amor y entrega a toda la
creación.
Otra
increíble expresión es la que se encuentra en México y la Danza de los
Voladores que es una ceremonia ritual que consiste en la danza y la escalada de
un poste de 30 metros de los cuales cuatro de los cinco participantes luego se
lanzan atados con cuerdas para descender hasta el suelo. El quinto se mantiene
en la parte superior del poste, bailando y tocando la flauta y el tambor. Según
el mito, el ritual fue creado para pedir a los dioses para poner fin a una
grave sequía. Se cree que sus orígenes están con los nahuas , huastecos y
otomíes que eran culturas del centro de México, y luego se extendió a lo largo
de la mayor parte de Mesoamérica. Según el mito totonaca, por lo menos 450 años
atrás hubo una grave sequía que trajo el hambre a la gente. Los dioses estaban
reteniendo la lluvia porque la gente había olvidado. La ceremonia fue creado,
para apaciguar a los dioses y traer las lluvias.
Bailar
es un regalo. Moverse, una manera de sentirnos vivos. Crear, un impulso
incontenible de explorar.