Geográficamente
se llama Océano a la gran masa de agua que envuelve nuestro planeta, y que
ocupa siete de cada diez partes de la superficie del planeta, y que junto con
los ríos y lagos, forma lo que llamamos hidrósfera. El océano se suele dividir en Atlántico,
Pacífico e Índico, como grandes unidades, relacionadas entre sí, por las masas
de aguas polares Árticas y Antárticas.
Los
océanos contienen la mayor parte del agua líquida de la Tierra. Su
funcionamiento permite la vida y
diversidad que hay en nuestro planeta, así como también el clima, temperatura,
humedad y atmósfera. Dentro de los océanos se llama mares a algunas zonas más cercanas
a las costas, situados casi siempre sobre la plataforma continental, con
profundidades menores, que por razones históricas o culturales tienen nombre
propio.
El
nacimiento del agua y la creación de los océanos, se encuentra hace miles de millones
de años en los inicios del planeta tierra, que tras periodos de transformación
y de intensa actividad volcánica, sísmica y tectónica, hizo que la temperatura
de la superficie del planeta se enfriara, lo que empezó a generar cambios de
estado gaseosos a líquidos y sólidos. Según algunos estudios, también contribuyó
la colisión de asteroides gigantes cubiertos de hielo que chocaron contra la
Tierra entre 80 y 130 millones de años después de la formación del planeta. Se
cree que el agua, por ser sustancia universal, está desde que el planeta se
estaba formando y luego llegó en más cantidad.
La
mayor parte del agua en la Tierra el 94%, se encuentra en los océanos, de la
que se evapora una mayor cantidad de agua pura que aquella que retorna en forma
de precipitaciones. El volumen de agua de los océanos permanece casi
inalterable después del ciclo de evaporación, transformación, precipitación,
curso superficial y el camino del agua a
través de los ríos que llegan nuevamente al mar.
En
los océanos hay una capa superficial de agua templada (12º a 30ºC), que llega
hasta una profundidad variable según las zonas, de entre unas decenas y 400 o
500 metros. Por debajo de esta capa el agua está fría con temperaturas de entre
5º y -1ºC. Se llama termoclina al límite entre las dos capas. El agua está más
cálida en las zonas ecuatoriales y tropicales; más fría cerca de los polos y zonas
templadas. Más cálida en verano y más fría en invierno.
Se
estima que la profundidad media es de aproximadamente 3900 metros. La parte más
profunda se encuentra en la Fose de las Marianas alcanzando los 11.033 m de
profundidad. Contiene sustancias sólidas en disolución, siendo las más
abundantes el sodio y el cloro, que, en su forma sólida, se combina para formar
el cloruro de sodio o sal común y, junto con el magnesio, calcio y el potasio,
constituyen cerca del 90 % de los elementos disueltos en el agua de mar.
Los
océanos de la Tierra también desempeñan un papel vital en limpiar la atmósfera
absorviendo enormes cantidades de dióxido de carbono. A su vez, el fitoplancton
absorbe ese dióxido de carbono y desprende oxígeno. El 70% del oxígeno que se
añade a la atmósfera proviene del plancton que hay en el mar. Sin este vital
elemento la vida en la tierra no sería posible.Se
cree que el agua de los océanos es azul debido principalmente a la reflexión
del color azul del cielo. Pero también el agua posee por si misma un ligero
color azul, que se debe a la absorción por las moléculas de agua de los fotones
«rojos» provenientes de la luz incidente, siendo uno de los pocos casos en la
naturaleza producidos por la vibración y la dinámica electrónica.
El
agua se mueve en olas, mareas o corrientes. Las olas se deben al viento que
sopla sobre la superficie. La altura de una ola puede estar dada por la
velocidad del viento, el tiempo en que ha soplado, la distancia que ha
recorrido la ola, o la superficie y desempeñan un papel fundamental en la
formación de las costas. Las mareas son provocadas por la atracción
gravitatoria que ejercen la Luna y el Sol. La atracción es mayor en la cara de
la Tierra que está frente a la Luna, provocando un pleamar o marea alta. El
Sol, por estar a una mayor distancia, produce un menor efecto que la Luna. La
máxima atracción (mareas) , se forman cuando la Luna, el Sol y la Tierra se
encuentran sobre la misma línea, es decir, durante las fases de Luna Llena o de
Luna Nueva por lo que se producen cada 14 días.
Las
corrientes marinas próximas a la superficie de los océanos, son impulsadas por
los vientos, que las arrastran con ellos. Se desplazan a menor velocidad que el
viento y no tienen la misma dirección que ellos, ya que se tuercen hacia un
lado por efecto de la rotación de la Tierra o fuerza de Coriolis. Cambiando de
dirección hacia la derecha de su trayectoria en el hemisferio boreal y hacia la
izquierda en el hemisferio austral. Los giros son causados por el efecto de
efecto Coriolis; a lo largo del vórtice planetario con fricción horizontal y
vertical, que determina el patrón de circulación para el bucle de viento
(torque). Existen cinco grandes giros, dos norte y dos sur para el océano
Pacífico y el Atlántico respectivamente, y uno para el océano Índico. También
existen otros, los giros tropicales, los giros subtropicales, y los giros
subpolares.
El
Océano Pacífico es el mayor del planeta y se extiende desde las costas
orientales de Asia hasta las occidentales de América. Su relieve marino se
caracteriza por una gran llanura abisal en su parte central y la dorsal
oceánica que discurre frente a las costas de América u que gira ante la
Antártida para llegar a Australia.
El
Océano Atlántico se extiende desde Europa y África en su ribera oriental, hasta
América por la occidental. La característica más relevante de su relieve
submarino es la enorme dorsal Atlántica, que lo recorre desde Islandia hasta
cerca de la Antártida.
El
Océano Índico se extiende entre las costas orientales de África, el sur de
Asia, Australia y la Antártida. Es el más cálido y también el que tiene mayor
salinidad. El Océano Ártico es especial. Algunas clasificaciones lo consideran,
simplemente, como un ensanchamiento por el norte del océano Atlántico. Durante
todo el año un extenso casquete de hielo protege al Océano Ártico de las
influencias atmosféricas y de esta manera estabiliza la estratificación de las
masas de agua. El océano Antártico, rodea completamente a la Antártida, hasta
los 60° Sur, límite convencional con el océano Atlántico, el océano Pacífico y
el océano Índico.
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